miércoles, 15 de diciembre de 2010

Otra vez ese resplandor

Es como un agua huidiza a través de los poros lo que corre entre los silencios de la noche. No diré más; dijo el niño asustado mientras escuchaba atentamente la luz que se filtraba sobre alguna rendija oxidada por el tiempo.

Las estrellas son hijas de la esperanza, aunque en este mundo subdesarrollado, la esperanza es la prostituta de los débiles. Eso decía la voz al niño, y el niño seguía observando a través de la rendija.

¿qué ves? cuestionaba la voz.

Sólo veo la esperanza muerta mientras la lluvia cae lentamente. Es inevitable la vista desde el pequeño hueco de tu sala, mientras se te revuelve el estómago. Eso último recuerda, como la esperanza ha sido absorbida por estos tiempos.

"Estos tiempos". "Estoy harto que así le llamen a lo que vivimos".

¿Entonces, cómo le llamamos?

"No sé, quizá sólo tiempos".
La voz, gritó una carcajada.
"Sueñas demasiado cabrón, pero sirve para nada soñar si no concluyes ni tus sueños al imaginarlos".

EL niño, empezaba a llorar. 

La voz, se alzaba y de manera brusca, decía "Me excita que llores, eso me alimenta".

El niño, seguía llorando, jamás se movió de la ventana.

¿Sabes? Me gustaría comerme tus pupilas; serían el manjar perfecto ahora que estoy excitado.

Paró el derramamiento de lágrimas. El niño pasó lentamente sus manos sobre el contorno de los ojos; y siguió observando la ventana, mientras siguió cayendo las gotas como cuando el agua cae en cascada y se deposita en algún lugar al final de la naturaleza.

EL niño sólo termino diciendo: Ojalá nunca me hubiese quemado los ojos por mi madre, seguramente ver las gotas de agua caer esta noche, debió ser fabuloso.


martes, 30 de noviembre de 2010

:)

Una melodía de "Noche de Paz" atraviesa la pequeña sala cálida y amarilla del joven tundeteclas que ha sentado a observar como fuera, varias ráfagas de arena mitigan el aire, hasta hacerlo totalmente de color café y la transparencia del mismo se ve atenuada por la noche, fría, gélida que ha caído intempestivamente mientras el joven sigue impertérrito, callado mientras ve dentro de sí esa angustia proveniente de la nada, carcomerle los huesos, colocando ante la nada, frágil y diciéndose a veces lo absurda de la existencia.

"Soy un maestro del pesimismo"; comienza el monólogo mientras la misma melodía lo harta hasta pasarse la mano por los cabellos, y el mismo hartazgo hace que sus cabellos sean queriendo ser arrancados por las manos, y a su vez le recorre el sopor de lo cálido de su sala, con muñecos sonrientes.

Toma uno de los muñecos, lo rompe, lo observa. Pasa lentamente los dedos y se dice así mismo: Así es todo, vacío, absurdo, así nos rompemos, así quedamos después de muertos; mierda de gusano, polvo de ceniza.

En su cabeza, rememora las olas del mar mientras se golpea la cabeza y dice: ¡No siento mis pies, no me siento a mí! Las escucha mientras la melodía navideña interrumpe segundo a segundo, se toca rápidamente los ídos y se dice a sí mismo; ¡Ya basta!.

Se golpea, se tira al suelo; por dentro le recorre una picazón en el cuerpo, que lo hace revolcarse de ira, y empieza a lanzar improperios contra la religión mientras observa el nacimiento de su madre bajo el árbol, toma una pieza, la estruja y le sobreviene un dolor en el pie, lo golpea en el piso para atenuarlo, pero se exacerba hasta que en el pecho le recorre un dolor, y empieza a oler a basura dentro de la casa, todo sucede rápido, las olas del mar uniformes, el ruido dentro de sus oídos, el dolor que destroza su pie, su pecho carcomido por el dolor venido de no saber dónde, empieza a sudar, y sudar cuando de repente dice: Ese dolor es el de la existencia, pero yo no existo.

Todo desaparece. El olor a polvo y sudor hace crujir la nariz de temor. El joven sólo observa, pero no siente. Dice: No existo, nunca existí, y observa los muñequitos navideños todos sonrientes.

Serán así los humanos¿? Sonríen, lloran pero por dentro todos vacíos; como aire comprimido.

El aire comprimido es, por supuesto, lo qu eme olvida al caminar por algún lugar de piso resquebrajado.

(continuará) (Falta pulir)

Poema.

Entre la angustia de tus pechos, dejé mi rabia incrustada
de los maxilares jugosos del deseo.
Deseo es anhelo, a través de un cuadro etéreo
como el de los segundos incesantes carcomidos por el tiempo.
¡Que deliciosas colinas!, afortunadas las pretéritas manos
que han hecho de esas colinas un jugo de mar en tempestades perdidas.

Y, pasaron las manos sobre su cuerpo, blanco como la espuma, rojo como el deseo
y ardientes los momentos como el incienso, mi cuerpo fue una mezcolanza de ascuas perfumadas.

Y pasaron los minutos, que fueron horas y ala vez segundos...
desnudándose la estructura del cuerpo en reposo
y la flor prohibida se asomo por la pantalla
para el cuerpo que no puede esperar el mañana.

Horas, ¡cómo pasan las horas! mientras cuentas y exhibes de tu sexo
para hacerlo anhelo de arrancarlo, morderlo, saborearlo
ansiosos los dedos en recuerdo,
entre eclipses de sábanas y almohadas
convertiremos lo inocuo en agraviadas redundancias.

Y así, fundiremos nuestros vértices, como se funden el viento y la montaña,
el árbol y la selva, las nubes y los cielos.


jueves, 25 de noviembre de 2010

Repentinamente

De repente, la noche se reencontraba con el polvo de la distancia y el deliquio estelar sucumbió ante el suspiro de no hallarla en el lugar de siempre. El día que se extinguieron los humanos; el mar cantó de felicidad y el cielo se nubló tanto, que surgieron demonios colosales y la envida se volvió agua, y el agua se volvió abismo y el abismo se convirtió en aire mefítico.


Los rescoldos humanos, fueron desapareciendo y en la atmósfera se respiraba el sudor de piel de lagarto y las escamas bañaban en su jugos ríspido y meticuloso las pequeñas olas del mar, radiante, más oblongo que el ruido de la noche fría, y a la vez el efecto caliginoso de las nubes extraviadas en lo más ínfimo de la claridad, terminaron por ceder un cadáver exquisito de ideas condensadas y desembocar en la peor de las noches, con delincuentes atmosféricos y gotas precipitadas y por supuesto, el aire apestoso del gas metano de los últimos humanos chupados por los residuos tóxicos de la nada.


Apestaba a mierda, y el olor recobró en vida unos seres inanimados que exacerbaban lo pútrido y lo despedazado de los otros animales, que eufóricos en sarna iban desapareciendo.


Mutilados y radiantes, las partes humanas fueron consumidas por los últimos rumiantes que fallecieron al comerse la asquerosa y fétida carne humana.


El aire, sólo renovo fantasías y se tornó límpido en las postrimerías del tiempo y los novísimos del hombre.

martes, 23 de noviembre de 2010

Despedida.

Hacer tormentas con minúsculas gotas de agua es la especialidad de estas manos, que son serpientes, según la condición de un poema de amorosos. Es el fin, la debacle, la zozobra de mi corazón una vez más no correspondido.

Pero esta vez, el dolor está en el punto álgido. Es el cismo de las ráfagas fulminantes del cuerpo, que lagrimea, cae, y le crujen los huesos, hay un vacío donde la congoja está en el grado culminante del desgarramiento de los anhelos.

Mientras una tecla escúchase, el dolor aumenta, se eleva al doble mientras suspiras e ignoras y se triplica al darme golpes de pecho, cayendo de la nube, donde el desdén será mi pan.

Costumbre es pretérito. No eres la primera que se va, cuando yo estoy en una sintonía de imaginar todo.
Consumido, el suplicio toma el curso, mientras fuera la luna se asoma, expande al igual que las gotas de un fregadero se escabullen por los deseos de tenerte junto a mí.

Aquí es cuando el hubiera nos recuerda que tan etéreos somos, y que tan importantes nos volvemos y donde la sensibilidad del duro se vuelve más frágil que el comino.

Es doloroso, como un rumiante devorando las carnes del miocardio cuando abres ciclos para luego cerrarlos. Y que camines por la calle, y la veas, radiante, sonriente, como si nada hubiese pasado.

Es que nada paso, todo fue imaginación. ¿decir nunca, el nunca? Decir, de esa agua jamás beberé, por favor. Soy y seré agua que jamás se beberá, y quedaré como lo que fui siempre, polvo, olores fétidos.

EL polvo que todos olvidan, dejan, y nadie recuerda.

lunes, 8 de noviembre de 2010

cuentos varios


Bajo una ventana donde mezclábase  unas paredes emperifolladas con rugosos pasajes enladrillados color café como el cacahuate y una mujer, de rostro blanco como la nieve, ojos hundidos y negros como el vacío y en la boca, unos amarillentos dientes color pastoso como el lodo estaba un sujeto extraño, tan extraño que era inefable poder materializarlo con palabras. Era extraño y ya.

Tan extraño que decidió desaparecer del cuento así de pronto, desamparándolo en el peor de los finales del no haber, y la trama superflua del no entendí.


….
Una luz intensa préndese intempestivamente para dejar en la ceguera momentánea los gritos inexorables de un joven retorciéndose de risa severísima para demostrar que el frío no es de todo un juez importantísimo limítrofe de espadas del tiempo que se escabulle en todo lo ancho del estómago contraído del que ríe severamente mientras la luz se prendió de repente y se apagó cuando nadie vió y la risa severa concluyó el curso de los tiempos embalsamados de pretérito.
….
Un joven viaja a un lugar encumbrado por el frío y las mezclas pluriculturales mientras contempla cada acto teatral y sinfónico a la par que su diafragma se ve contraído por los aires gélidos producto de la añoranza de una joven que dejó en algún hueco universitario mientras le tomó la mano, y le platicó sus anhelos varios del antefuturo. Una canción recorre las lágrimas tácitas del joven taciturno que extraña a la joven para cuestionarse que hará en ese momento que lo meditabundo le recorre el tálamo y el encéfalo y por las papilas gustativas, un amargo sabor a sal con cebada y un toque de limón para reprimir el diafragma que está vacío por la mujer de labios rosaditos como algo que no puede explicar pues sólo le recorre el deseo de morderlos hasta volverlos su propiedad privada. También extraña esa piel de colores vivos como la pasión que el siente por ella pero no sabe si del equilibrio las flores de lo dubitativo en su cerebelo que cruza y choca entre sí mismo una gama de preguntas y cuestionamientos hasta llegar al borde la locura extraviada de un mundo normal donde delira el joven por la muchacha que le resume esa parafernalia con un “Por ti” y un “Te quiero y es todo”.
Unas bolas de carne devoran cebada líquida y otras bolas de masa devoran el plomo de unos alcoholes con sabores a este salubre metal que de seguro la importancia es lo de menos, pues lo chido es el condicionante y permitible. Sólo lo que llaman chido podrá reprimir y celebrar la vida juvenil de tomarse todo el exquisito plomo posible con líquidos gaseosos para devastar hígados reciclables como el papel. Mientras música ramplona retumba por las cuatro paredes, unos policías reprimen a patadas los cráneos de tres jóvenes hasta aplastarlos contra el asfalto y dejar impreso narices y ojos. Una historia de mediocridad de un pretérito y un futuro que convergen entre patadas y plomo líquido.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Vértigo

Las gotitas pequeñitas que repiquetean ahí fuera, recuerdan como ese vértigo se desliza cuando escucho la intemperie y diviso tu sonrisa desvanecerse cuando te contemplo y a la vez te evoco sentada con los ojos hundidos y erosionados labios, rosaditos y tu mirada cabizbaja de algún modo que me vuelven miserable cuando aterrizó los ojos; intempestivamente.

Tu cuerpo fugase entre los dedos de mi habitación y escabullese por alguna rendija de mi ventana empolvada. Intento seguirte pero huyes como si no hubiese pretérito. Como si fueses una de las gotas que brincan, bailan, danzan con los subsuelos deslizándose hacia la nada. Así de cerca, pero no tan fácil.

Mis ojos siguen abajo, sumergidos, extrañando.

El pretérito es el pretexto de los infelices. Una antesala al dolor. Dos acontecimientos marcan mi onírica mirada y tus labios que siguen siendo rosas, pero empiezan a transmutarse de un rojo carmín que quisiera arrancar para comermelos en mantequilla; si no fuera porqué mi mirada sigue en vértigo y como en picada, hay un pudiese, pero el hubiera marca la pauta como aforismo.

Invoco un comején devorándose algún ruibarbo apestoso a especias muertas perfumadas de una húmedad imprescindible. Las gotas siguen cayendo cada vez más lento y te escucho entre silencios amargos como la cebada.

Me llueve el aire en las papilas gustativas y el sabor de la cebada se mezcla ante algunas lágrimas solares epistemólogicas de añoranzas precipitadas al infortunio.

Sigo imaginándote, abigarrada con la mirada a contraluz mientras te devoro con mis serpientes endemoniadas para devorarte la piel y hacer de ella un mar de eclipses embalsamados a cloruro de sodio con hidrógeno oxígenado.

Y mientras mi nariz sople en tus oídos ruines de costumbres aterciopeladas tiempos incesantes de los repiqueteos de las gotas en vértigo, podré decirte que la amargura puede seguirnos; contrastada por el sollozo del firmamento enmudecido, el cuál deje de cavilarlo al momento de observarte atrapada entre mis demonios mentales para salvarte y hacerte quedar conmigo.

Abandonamos algún recinto mullido por el sereno y el sopor de los tiempos con lluvia ácida. Nos abrazamos bajo los repiqueteos, sí, los mismos repiqueteos progenitores de esta travesía antes de incorporarme a la cruda realidad de no tenerte entre mis brazos, para quedarme en tí.

Sólo en el anhelo perdido de un chico solitario. Por muy ignominioso que suene.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El cisma estudiantil, réquiem por un 2 de octubre

Hijos de la chingada, parásitos chupasangre, pedigüeños, cínicos, ¡carroña¡ así se refirió Díaz Ordaz a los estudiantes en los años sesenta cuando sus militares asesinaron estudiantes documentado en el libro del investigador del Colegio de México; Sergio Aguayo, “los archivos de la violencia”.


Transcurría el año de 1968 por la Plaza de Las Tres Culturas, cuando una masacre la convirtió en la Plaza de las Tres muertes, por balazos, por desaparición, por tortura. Represión, fuerzas coercitivas, reclamaban aquella famosa frase de Max Weber, “el Estado es una asociación que reclama para sí el monopolio legítimo de la violencia”.


Veinte muertos registra la historia oficial, y un millar de desaparecidos que según Luis Echeverría se fueron de braceros a EU. Una bicoca que inicia la duda sobre la eticidad de la historia oficial, la que nos cuentan ahora con eufemismos en libros de textos con más reimpresiones que algún libro del Renacimiento.


El 2 de Octubre de 1968 nos dejó una huella subyacente a nuestra memoria colectiva, la misma que ha ido desapareciendo en un país de “corta memoria” según han acuñado algunos intelectuales o como decía Carlos Monsiváis; el país que vive en nostalgia perpetua.


El estudiante de hoy pareció haber olvidado la consigna “2 de octubre no se olvida” y sólo la repite como un loro, sin entender en su totalidad la frase. O incluso, algunos no recuerdan, no lo han leído, o no toman con seriedad este dolor y duro golpe a la educación, al joven del libro, a las nuevas ideas, a los nuevos paradigmas.


Hay incluso una apatía estudiantil premiada por la mediocridad, aplaudida por los amos del poder, un desinterés que ha llevado al cisma, a una debacle de metas, una completa escisión sobre todo en universidades públicas, la globalización ha dejado en claro que lo más importante para satisfacer el consumismo actual es el dinero.


Hoy, en la primera década del Siglo XXI, el estudiante mexicano enfrenta grandes problemas sobre un país en vísperas del desarrollo –que nunca llega desde la Revolución Mexicana- para satisfacer sus necesidades básicas de educación, sin importar el grado de escolaridad o el lugar donde se profese.


Hay muchos puntos que podrían explicar el cisma estudiantil dada su complejidad, y a pesar de la revolución tecnológica o la reingeniería de las relaciones a través de redes sociales como el Twitter o el Facebook, hay un resquebrajamiento por parte de este sector, una gran división.


En primer lugar, el papel del Estado ante la educación nacional deja mucho que desear, pues cada día se ven favorecidos la globalización y el clientelismo, por ejemplo, el 30 de septiembre el presupuesto del Ejecutivo para el 2011 permitió una caída de 2.1 por ciento en términos reales para la función de la educación básica. Lo cual marginará de programas sociales a poblaciones vulnerables como la indígena, la especial y algunas zonas rurales que tienen telesecundarias.


Una educación básica pauperizada, incapaz de formar estudiantes comprometidos con su entorno, sordos a los estímulos actuales, una educación básica que enseña a obedecer, incapaz de fomentar sentido crítico. Incluso en algunas universidades el fenómeno es evidente.


Una educación básica que enseña hacer tareas al estudiante, pero nunca preguntarse los porqués. Una educación donde el maestro no puede ser superado, ni puede ser contradicho, pues la represión puede hacerle ver la suerte al estudiante con apodos de “rebeldía, irreverencia, enemigo público, o subversivo”.


Eso sí, 236 ipads repartidas a diputados priístas un 25 de Agosto salvarán al país de la hecatombe social y económica, pondrán a México en la mira mundial.


Los licenciados en mafias nacionales han jugado las cartas de manera inteligente. PRI y PAN no les interesa en lo más mínimo hacer célebre un día en que estudiantes fueron reprimidos para no echar a perder los planes de las Olimpiadas(?) que empezarían el 12 de octubre del mismo año y así, borrar de tajo, este episodio incómodo de subversión(sic) ante la era de violencia política entre 1958 y 1970


El otro punto, es claro la apatía estudiantil, incapaz de resolver sus propios problemas, de volver Wikipedia su enciclopedia personal, aborrecer los libros, investigaciones exhaustivas profundas en Google, estudiantes de la vida cómoda y faltos de interés y ante todo, de aporte a su entorno social-politico.


Y esto por supuesto, es una gran satisfacción para los dueños del sistema, la gran comodidad.


Se podría apostar incluso, que muchos estudiantes no sienten suyo este episodio que marcó un parteaguas en la historia mexicana, o los movimientos sociales estudiantiles mundiales como la Revolución de Mayo en Nante, Francia o en la Universidad de Berkeley en EU.


Como podría haberlo en un país que coexisten millones de NINI. La educación se ha tornado aburrida, el estudiante es la materia prima del narcotráfico.


Es la época de las tribus urbanas, de grupos aislados, la práctica de la Aldea Global que Mcluhan hablaba, pues la juventud es más capaz de unirse a una lucha por Facebook o Twitter que agrupar jóvenes en su mismo entorno y resolver los problemas que le corresponden en la Universidad como estudiante.


La época del cada quién su pedo, de cada quien su “iris”, del que me importa pues a mí no me afecta.


¿Dónde queda la educación ante un estudiante incapaz de dudar su entorno social, incapaz de actuar, viviendo un proceso de aburrimiento del presente, del entorno?


¿Dónde queda este episodio importante para entender el México moderno que se ha reducido a consignas sepultadas por el tiempo, y marchas que se olvidan al momento de unir pisadas?


¿Dónde queda el “dos de octubre no se olvida” cuando en la urna se deposita una boleta tachada que favorece la tradición de un partido seudo revolucionario?
Queda seguramente, en los rescoldos del ayer, en la diáspora hacia la inacción, en la desidia estudiantil, en la abulia reflexiva; en el Oscurantismo de la memoria perdida. Cantemos por la muerte estudiantil, nuestra muerte colectiva.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Incompleto

Los bosques emperifollan el ambiente verdoso y a la vez gris de nunca terminar el día. Una muñeca estaba postrada en aquella esquina hasta el momento en que el joven, regordete, barba partida y ojos hundidos pudo al fin, nunca saber nada de la muñeca. Ahogabase en tiempos profundos de soledad terrible.

El joven se preguntaba una y otra vez, porqué lo olvidaban cuando dejaban de verlo. Siempre estaba contento de conseguir una cita que lo olvidaba a los cinco minutos de pactada. Regularmente bebía alcohol hasta ahogarse entre olores de vómito y carne mal procesada en el estómago.

El jóven terminó en una esquina, en medio de tres kilos de cartón y un chorro de sangre producto de una devastación etílica. Sus intestinos fueron perforados por el exceso de cebada.

Murió virgen y con una botella en la mano. Su última cita llegó, y al no verlo se retiró con lágrimas en los ojos y la impotencia, maldiciéndolo que ojalá se pudriera en alcohol y sangre y nunca más pudiera caminar.

Ninguno de los dos supo que paso con el otro, mientras la botella seguía sostenida por el cuerpo postrado entre gusanos, inmóvil.

sábado, 23 de octubre de 2010

Primer adiós

Hay un vaso de gaseosa en la mesa que anuncia una próxima despedida. Sí, le salen burbujas como confeti de fiesta.

Vejez, cuerpos que estorban algunas veces. La terquedad es la bandera hacia el precipicio inminente. Apestas, vives muerto.

La intromisión se vuelve pesadumbre, ni soñando pueden remover un puñado de lo más mínimo del estorbo. Ven, huelen distinto cuando las manos ya no les sirven ni para exprimir alguna pelotita de juguete.

Le llaman inutilidad, la motricidad del cuerpo ha esfumadose. Miran con una tristeza envidiable. Sus ojos se pierden en su bigote mal rasurado, y su vista por supuesto, no alcanza ni siquiera ver las líneas de sus manos pálidas y frías debidas a una reuma que acribilla todas las articulaciones posibles y hasta las inventada por algún niño travieso.

En un asilo, ahí acaba la inutilidad. Cuando no sirves, estorbas.

miércoles, 20 de octubre de 2010

El mundo será de las mujeres

La mujer, aquella que define Oscar Wilde como un ser hecho para quererse y no entenderse; por supuesto, ha sido víctima de un sinfín de injusticias a lo largo de la Historia.
Historia es justicia como Calderón presidente. Todos dicen que hay; pero no la vemos. En el caso del afamado "espurio" es distinto; dicen que hay presidente, lo vemos pero no no hay gobierno. Y esto hizome lo recordar Alain Touraine, co-ganador del Premio Príncipe de Asturias 2010 de Comunicación y Humanidades.

Hay un libro de Touraine que prevé a la mujer como llevadora del rumbo de esta Humanidad. Para un machista sería nefasto; aunque probablemente la mujer sabe llevar de algún modo mejor el hogar. Sabe administrarse más; y químicamente tiene un "sentido de la maternidad".

Aunque a veces me aterren mujeres como Elba Esther Gordillo; razón del "probablemente".

EN una entrevista, Touraine dijo que recordaba el 68 en París; allá en Nanterre, Universidad de la afamada Revolución de Mayo, cuando era maestro a una chica musulmana acosada por el padre gracias a su virginidad. Un montón de mujeres, se identificaron con su historia y compartieron el sentimiento de expedir lágrimas al portador. Era una identificación masiva, un auto-reconocimiento del otro -la otra-.

El punto más trágico, recuerda Touraine, es por supuesto; que a pesar de su cultura musulmana ella no entendía el sharia, y en esa plática por primera vez decía el pronombre "yo".

La mujer ha sido el botín de guerra, el papel de baño, la prostituta de lujo, la abnegación, la procreadora del discordio sobre manzanas a lo griego y bíblico, ha ganado terreno, un enorme y hay que celebrarlo; pero nada es suficiente dicen estas sociedades de control.

El segundo sexo como lo define Simone de Beauvoir; tiene un enorme compromiso en los estados musulmanes. Estados guerreros que no superan esa cortina histórica de venganza y supremacía.

No debemos menoscabar los logros de l amujer ante el hombre. Incluso los primeros filósofos; no los presocráticos; sino los grandes maestros como Socrátes, Platón y Aristóteles.

En la Antigua Grecia, lugar de estos grandes pensadores, la mujer era considerada un arma de procreación. Es ahí donde muchos ven los inicios de la sexualidad; quizá no era una desviación sexual, sino que la misma sociedad veía mal que una mujer y un hombre se juntaron; o más bien, un hombre se fijará en una mujer para vivir toda la vida. Su condición era repudiada.

Tuvieron que pasar Veinte Siglos, para que, la mujer tuviera derecho al voto, tuviera voz, tuviera el derecho de decidir por su cuerpo, e incluso para obtener un puesto burocrático de alto rango.

En el caso del aborto, situación que en el Distrito Federal es de algún modo nuevo; ya desde 1971 en Francia, cuna del pensamiento moderno occidental junto a Italia pasaba de la siguiente manera.

En abril de 1971 varios cientos de mujeres -entre las que se encontraban Simone de Beauvoir, Jeanne Moreau y Marguerite Duras- firmaron un manifiesto en Francia en el que declaraban haber abortado y reclamaban la legalización del aborto. En junio 374 mujeres hicieron lo mismo en Alemania federal con ello nació el movimiento Aktion 218 en favor de la legalización del aborto. Ese mismo año se fundó en Austria el Aktion Unabhängiger Frauen -Acción de Mujeres Independientes-. Los días 12 y 13 de marzo de 1972 se celebra en Francfort del Meno -RFA- el Primer Congreso Federal de Mujeres. En 1974 se aprobó por el Parlamento francés la nueva ley del aborto presentada por la diputada centrista Simone Veil. En enero de 1975 se celebró en Italia la primera conferencia nacional sobre el aborto organizada por el movimiento de liberación de las mujeres y el Partido Radical, en julio se presentaron 800.000 firmas solicitando un referéndum sobre el aborto, en diciembre se celebró en Roma una manifestación que congregó a decenas de miles de personas convocada por las organizaciones feministas en favor de la legalización del aborto.


Ese mismo mes de diciembre de 1975 entraron en vigor en Gran Bretaña la Sex Discrimination Act y la Equal Pay Act que reconocen la igualdad absoluta de ambos sexos. Del 6 al 9 de diciembre se celebraron en Madrid las Primeras Jornadas Nacionales por la liberación de la Mujer, era la presentación pública del movimiento feminista en España, que mantendrá un creciente protagonismo social hasta 1983. En 1975 tuvo lugar en Islandia la primera huelga general de mujeres, que logra paralizar al país. El 12 de abril de 1981 se aprobó en España la ley de divorcio y en febrero de 1983 el gobierno socialista presentó al Parlamento la ley de despenalización del aborto, se iniciaba con ello el declive de las movilizaciones del movimiento feminista, una vez reconocidas legalmente sus principales reivindicaciones.


Ahora hay manifestaciones en el Medio Oriente; por la lucha de las mujeres. Hasta ahora la respuesta han sido lapidaciones que vemos horrorizado dentro de este lado del charco; incluso en el Europeo. Pero no debemos olvidar el machismo en México, dada la desigualdad en América Latina; o incluso en Francia con las prostitutas. Hay aún todavía una larga lucha con la historia, con la justicia.

Celebremos a Touraine y su predicción con una frase del filósofo existencialista Soren Kierkegaard


"¿Quién puede bajar los ojos como una mujer? ¿Y quién sabe alzarlos como ella?"

domingo, 10 de octubre de 2010

Tiempos violentos


No vendré con el cuento trillado del "antes" ni del "ahora". No pondré en tela de juicio, ni comparativos extracurriculares. Pero sí...vívimos en tiempos violentos.
La música, el caminar, la mirada, las amistades, el hoy, la esquina, violentas, viven de la violencia. Las armas, la guerra, mueven el mundo.
la televisión, la radio, el aire huele a plomo, las películas, las familias, las casas de madera, o las mansiones de primavera, viven en violencia.
Inversiones estratósfericas a la guerra. Seguro superan todo lo recabado fusionando las dos primeras Guerras Mundiales.
Los nadies, vuelvesen ceros a la izquierda, y el que aún no es devorado por el salvajismo de lo neoliberal, seguro, quiere entrar en una época de mimetismo hacia las clases dominantes.
Cuántas maravillas tecnológicas, GSM, WI-FI, Blackberry, Bluetooth, sí, fantásticas, lástima que no todos tienen acceso.
Veía, en algún rincón en algún lugar, una persona sembrando sus verduras mientras regañaba en un dialecto extraño al más pequeño. Saca su látigo, y le propinaba una tunda repleta de serveridad absoluta.
Por supuesto, viene la exclamación del ser precipitado en un sentimiento de preocupación y, el asustamiento cotidiano como el de un conservador viendo, pornografía artística en el cine.
Pero no nos vemos, la juventud, añora estos principios cibernéticos de lo popular. ¿quién reclama los libros,   el rescate de los valores, los dibujos de los principios, la indignación ante la inacción y la apatía masificada estudiantil...
Los héroes, ya no necesitamos héroes...necesitamos estrellas, flashes, dispendios absolutos de las quincenas muertas del diario...
necesitan violencia, la paz aburre...y desentona esta sociedad, estás sociedades de control de las que Deleuze habla.

domingo, 3 de octubre de 2010

Otro poema.

Siempre son las tres de la mañana, carajo, siempre son según Bukowski
y la gélida luz incandescendente de los tiempos marchitos
guardasen en un poema no leído de Brodsky
leo y dices carencia de ritmos...los encuentro muy armoniosos.

y, el sonido impar de bicicletas oxidadas
ruedan en los misterios acongojados del hoy
y una cosa cuadrada me impide el goce
saberte, y tocarte mientras los dedos vuelvense como sedas en martirio

Es tu piel, inmaculada en tiempos de lluvia
reprochada por la que engendra apodada nombraproblemas
pero no lo veo, ¿será mi armazón oscuro de cumbres repetidas?
o serán mis ojos, como de niebla indecisa.

Hay días que sangran por altas traiciones en picada
y otros que recurren a suspiros indecisos del abandono
unos cuantos de tristeza consumida
y unos más de circunstancias inciertas como de locos

Esos y unos más, carroña vuelta vientres femeninos
fermentados con migajas de aire putrefacto
mientras, la saliva, conduce astros de cartílago sobre desnudos triángulos campesinos

Son las colchas procreadoras del hastío
llorando seres doblados de aire impuro
par de corazones en delirio

y en segundos constantes, son embudos.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ataúdes

Entre los rinconcitos del futuro, una lámpara incandescendente atraviesa el horizonte.

El día que viví la muerte de todos mis seres queridos, las tripas chillaban inversamente proporcional al remordimiento, los dolores de espalda y riñón torturabanme hasta crujirme los dientes mientras me ahogaba entre lágrimas de arena, y una aguja de pajar pinchaba mis dedos para extirparme los órganos de la tristeza y la frustración de no haberme despedido de alguno.

Los ataúdes, desfilaban en una gran marcha que sabían putrefacción febril, la noche empezaba a saber a tristeza consumida y el viento, salado y frío ocasionaba unos toques que producían escalofríos a velocidad luz,. Mi cuerpo se contraía en gritos ahogados de placeres depresivos.

los cantos religiosos, sonaban por las alcantarillas mientras los ratones, con la piel escarapelada y carcomida por la intemperie, salían apresurados a comerse los pies de los cuerpos quemados que llovían entonces para anunciar el final de los tiempos modernos.

Las mujeres fornicaban con animales de granja, y los hombres usaban sus órganos sexuales para transmitir enfermedades veneréas.

El dinero, se quemaba antes de conseguirlo y los hombres, la codicia los torturaba en un círculo de vicioso del jamás tener algún céntimo, pues estos se consumían en humos de cárbono y metano. Con ellos, ardían manos y pies humanas que rociaban un perfume peculiar de ácidos gástricos y piel asad con ácidos muriáticos y mierda humana

Así comenzó el idilio final de verme llorar a través de la cornisa la muerte de todos mis seres queridos.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Noches

La noche es vicio. Sin la noche, las sábanas sucias, la respiración armoniosa y el silencio de las calles no reinaría. Es un reino sin deber, del goce, de lo insurrecto.

Silentes las atmósferas empobrecidas de jade absoluto, de espumas minuciosas clavadas en el aire y de humos carbónicos empostrados en aires desconocidos.

la musa toca mi puerta, la ignoro. Vuelve a tocar, la ignoro otra vez.

La cafeína la destruye, me pienso. La haré pasar me digo.

Pase, señorita, acurruquése en el sofá. o agradece, tiene los labios cocidos y los ojos hundidos mientras llora la sangre derramada en las guerras del consumo y la religión.

La beso, la acaricio, le ofrezco un refresco de Cola, bebe, muy rápido.

El tiempo se detiene, la abrazo, y siento como sus espinas entiárranse muy profundo en mis heridas febriles de Agosto intenso y otoños fusilados.

La noche retoma el curso, muere en mis brazos. Sus espinas han carcomido mi intestino y los convirtió en composta y desperdicio.

No es recomendable andar en la noche buscando musas, y sintiendo su esplendor efímero de desgracias oprimidas.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Cuento.

El día que al escritor odiado de la esquina del barrio más feroz le iban a robar su libreta y su elegante bolígrafo, se sentó a esperar al ladrón, que lo acechaba desde hace una semana, pero ninguno de los dos se dio cuenta. El viento, entraba desesperado por cualquier cristal indefinido mientras las palomas revoloteaban sus pieles nauseabundas y cagaban todo el piso de un hedor putrefacto que olía a madera mojada, mezclada con lodo y perfume barato de tianguis de segunda.

Las personas pasaban siempre por su casa, que era de una piedra como de volcán, que dejaba atónito al más sabio y al más viejo del barrio. Pero cada vez que observaban al escritor, salían huyendo, quizá de rabia, o de envidia pero nadie sabía la razón exacta, sólo que lo odiaban, tenía un noseque que lo hacía insoportable y de un humor ácido que le endilgaba el corazón sólido, y aveces sórdido.

Paloma, su vecina, odiaba las canciones domingueras que el escritor escuchaba, el único Bethoveen que conocía, era el de una serie de televisión y eso le molestaba, lo raro, lo diferente, pues el barrio es para lo popular, el desmadre y la parafernalia de sentirse mediocres, pero que importaba, era su mediocridad, la linda, e infame mediocridad que los consumía en las fiestas de cada sábado que se alargaban hasta los lunes, cuando el escritor salía muy temprano a trabajar.

Los vecinos siempre lo observaban, lo escrutaban desde el pelo desaliñado hasta la camisa de algodón, el pantalón de lino, el bolígrafo amarillento por los bordes de cobre, pero creían que era de oro, los lentes oscuros y los zapatos pulcros, mientras la música con ritmos despavoridos como de fiesta de pueblo, descollaba siempre por aquel barrio de pavimento mal cortado, rey de desniveles raquíticos y unos cráteres como de la Luna en peligro de extinción.

Todos podían rondar el barrio, menos el escritor, pero el escritor nunca jamás se sentó en su pórtico hasta el día que fue aniquilado y le robaron su libreta y su bolígrafo con bordes de cobre, pero pensaron siempre que fueron de oro.

Jonas, el ladrón, con sus pants a media nalga y a medio tobillo, se paseaba siempre con el fin de querer robarle algo al repudiado joven escritor de 30 años, que era un desconocido para él, pero no para el mundo, pues la televisión era de gobierno y el gobierno siempre quiere embrutecer las mentes con canciones pop, talk shows y novelas de final feliz repletas de un vulgar amor de primavera.

El día que el escritor fue robado, le apabullaron la cara y los ojos color miel que conquistaban mujeres hasta asesinarlo, incluso aquellas mujeres casadas en el arrabal pero el orgullo mediocre les impedía reconocer la personalidad del distinto, Distinto se apellidaba el escritor.

Cuando el escritor fue robado, también se le robó el espíritu y murió a los cinco segundos cuando Jonás y su amigo, El trenzas le enterraron una punta oxidada de grafito con hierro, mientras la más tatuada del mundo, una joven de 16 años le sacaba la libreta con unos poemas con alegorías que no entendían y el bolígrafo con bordados de cobre que pensaron que eran de oro hasta que llegaron al empeño y los detuvieron a todos al salir de él, pues el bolígrafo fue heredado de generación en generación, así como la casa de piedra volcánica y el apellido, y así como los vecinos heredaron las mañas de querer atentar contra esta familia de maldición perenne.

Seis generaciones completas del barrio más rudo, más feroz de aquella zona narró este embrollo pero, nunca, nadie jamás lo supo. Cinco generaciones más disfrutaron este show clasemediero de envidia e ignorancia precoz.

La muerte sabe a risa

La muerte, al pasearse sobre bólidos testarudos, sobre huesos deformados, sabe a risa.
El humo de tabaco en el ambiente, rejurgitándose, se deleita, es vid implorada del deseo fortuito.
Pareciese un estornudo de pieles quebradas, sangre coagulada y feroces garras del tiempo.

A risa, a eso sabe la muerte, aveces.

Hay muerte en los chistes, en las bromas, en los pensamientos más triviales.

la muerte cuando llega, sabe a llanto inexorable.
Regresar el tiempo, lamento común,  trillado intento de la resurreción pensada, inacabada, a veces, otras...inexplicables.

Es la muerte lo más hermoso del mundo, lo más preciado, el castigo más justo.

Peor tantito, negamos obviedades, rompemos reglas y nos creemos ramplones burla pavimentos, nos reímos de la muerte.

Así es el humano, hipócrita autoritario, verosímil al antojo, inverosímil si no lo concibe.

Es ficción, nauseabundo olor, muerte, Oh muerte, desdichada...Amo la muerte. Nos demuestra, que somos lo que pensamos. Números, cifras, sólo eso...somos muerte.

Paula.

Flechas como tréboles, un mar convergente de vacíos inexorables. Cuánta distancia hay de las redes al corazón... ¿o, del corazón a las redes?
  diez hectómetros, mil kilómetros, ¿cien hectáreas?
quizá un gigámetro,

Mi respiración, ensimismada, agitada, febril.

Quizá sólo un terabyte de sueño, uno de anhelo, quizá tres de olvido. Demasiado vil.

 Tangible, imprescindible. Un parteaguas al estío.

Mis párpados flaquean, demuestranme su brío.

Los contorneados ojos aceituna verdosos, no mienten, no callan

...sólo recitan, danzan con las lunas más distantes, volvierónse alguna vez mariposas en arrullo, claveles en andanzas, jardínes esmeraldas disolviéndose en átomos fulgurantes de lontananza.

Literatura nuestra vida, nuestro remordimiento, poesía, filosofía...verdugo aspaviento.

La yugular desglosa roces de ternura, y, ¿los dedos? traductores de sueño en la espesura.

Pretérito en discordia, futuro en melancolía.

6500 millones habitantes del mundo, 52 por ciento de tu ralea y tu odisea.

3400 millones aproximadamente, de todas las cifras, tú.

Desconcierto, desdicha, insomnio...palabras entrecruzan abismos infames, círculos que evocan, cantan y retornan al paraíso de la incertidumbre, de lo incierto.

¿Es acaso la vida, un pasaje de encuentros no previstos, de tiempos desperdiciados, de murales fugaces y hechos fortuitos?

Es la vida un enigma placentero, gotas sublimadas de esencias varias, derrames sanguíneos libidos, y límpidos disfraces.

Irónico, escribo, duermes. Seguramente con la duda inmersa en tus labios, que del mar segrega bendita espuma

una estrellita, así de chiquita como el viento, se asoma en el horizonte, se esfuma...

Síndrome del insomnio Si adquirido.  Fueron tus ojos verde aceituna.

...Ahogaronme entre cuatro muros.



Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca. 



[...Me gustas cuando callas porque estás como ausente. 
Distante y dolorosa como si hubieras muerto. 
Una palabra entonces, una sonrisa bastan. 
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Entrenamiento

Entreno mis párpados para jamás cerrarlos.

Olvidó que soy humano, de repente, hago milagros, los encierro, los exprimo.

Onomástico de dudas y pronombres.

La luna, reposa en algún lugar de lo devastado. Gatitos repugnantes se postran en el alambrado mientras sus hígados bañan las púas de un líquido rojizo, el olor a pestilencia es inquebrantable mientras oblitera el poco aroma de rosas muertas. Sabe a muerte

¿A qué sabe la muerte? preguntan muchos.

La muerte sabe a paraíso, a hombre crucificado, aliento de hombre mediocre, a rosa muerta mezclado con un toque de papel moneda y un poco de pólvora, de plomo.

En los pulmones hay muerte, sí, respiramos plomo, mercurio, carbono nitrogenado con un toque de azufre.

El aire está repleto de estos bienes para la naturaleza. Gracias a ellos, los humanos nos extinguiremos no tardando.

Entreno mi lengua para no moverla tanto.

Busco los somníferos para adormitarla, el cuchillo para cortarle la yugular a este músculo tan torpe, y a veces, tan enigmático.

Es la lengua asesina de nombres, asesina de lugares, de tormentas inquebrantables de dolor...

De vez en cuando lubrica rinconcitos inexplorados. Otras veces, comparte líquidos ácidos.

Entreno mis párpados para no cerrarlos, pero al final, es la naturaleza que obliga, que exprime, que decide.

La noche está muerta, repleta de olores fétidos de primavera y de alcurnia del estío que está a punto de extinguirse en el peor de los eclipses bélicos.

Naturaleza versus hombre, estos últimos ganan batallas, la primera, siempre victoriosa con las guerras

Vaya sufrimiento del hombre, tan abstracto y tan minúsculo.

El que mucho aprende, olvida los deseos violentos.

El que mucho entrena, olvida la belleza de la imperfección.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Huracán.

Nueve de la mañana de una ciudad de algarabia solemne y precursora de historia. Un hecho sin precedentes, el meteoro quebrantó esparanzas, atacó colinas, edificios y destrozó suburbios, los desafortunados, suburbios.

El tiempo arribaba las once, la ciudad hecha un desparpajo de árboles ferozmente aterrizados, objetos rotos, muros derruidos, personas muertas, damificados del hambre en la cúspide y, aún, no concluía la furia natural ante el hombre, siempre desprotegido.

El hombre, es, según Aristóteles, aquél animal capaz de utilizar la naturaleza a su antojo, el lenguaje, el ambiente, y todo aquello más allá de la misma satisfacción de las necesidades. Nos definía como un zôon politikón. Pues no, pareciese.

Extranjeros atónitos, un centro irreconocible de una naturaleza irreverente que no perdona condiciones. Si el humano reclama, entonces, la hipocrecía nos deja en el primer lugar de la ingenua inocencia. La humanidad cuando ha perdonado para saciar su hambre de poder. ¿cuándo? Es pregunta y respuesta.

Llegaban las dos, entre tres y cuatro, cuando terminó la proeza de una naturaleza empedernida al demostrarnos que somos vulnerables, ante ella, susceptible del olvido convenenciero de un mundo regido por significante y significado. Entendamos, no somos el más alto animal en la cumbre de eslabón alimentario.

¿Para que nos sirve la palabra, la reflexión, si el rizoma de la realidad es un nexo enfrascado de lucha y de fuerzas coercitivas entre los mismos elementos del modelo epistemológico y descriptvo?

Cinco de la tarde, los vecinos recogían el desastre, se asombraban ante aquel ecocidio de ramas y árboles que rendían pleitesía al suelo, repleto de tierra venida a kilómetros sur. Eso, no importa mucho, importaba más los daños a la morada de concreto que construyeron, el chisme, como acto de culturalización del colono víctimado. En mucho tiempo, no se veía un acto de rito, de contragolpe natural.

La luz, valga la redundancia, ni sus luces. La noche empezaba asomarse, en un cielo nublado dónde el sol quiso asomar el cuerpo, pero nadamás asomó un poquito la mano, o quizá sólo un dedo.

Once y media de la noche, la luz regresó intempestivamente. La alegría regreso, como regresa el perro al hogar después de vagabundear en algun barrio lacerante del olvido, y entonces, el desparpajo de ramas muertas y bichos caídos descollan en algún lugar de mi barrio, escenografía repetitiva de cualesquiera haya pasado una situación igual.

Decía Max Weber, Todos los signos meteorológicos de la economía indican un crecimiento de la no-libertad.
Todos los signos meteorológicos de la naturaleza indican un crecimiento de la vulnerabilidad de la humanidad, de la no-libertad hecha imagen.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Repensar

Entre aguijones intempestivos llenos de insólito veneno, entre punzadas lacerantes llenas de olvido y frustración, entre resquebrajamientos de las ideas Kantianas y el hueco-espacio del A priori y A posteriori se desdibuja la duda y el placer de sentirme inepto y, a veces, pueril ante el comportamiento decente y sensato de la sociedad teledirigida, fanática de una irrealidad de la culturalización y la idealización de la banalidad televisiva y la mediocridad apremiante que disgusta pero se aclama y se premia como el mayor rastro de inteligencia humana.

Y yo aquí, pensándote...mientras las dudas se disipan en el horizonte vertical e inútil de sentirnos distantes...y en sincronía.



Esperando, mientras las luces de ahí fuera se apagan una a una, el cálido recuerdo en tu memoria que me segrega hacia un destino cruento lleno de incertidumbre mientras respiras el cuello del pretérito asfixiante lleno de olores fétidos y una que otra araña de desconcierto y relámpagos que  destruyen toda posibilidad de regalarte mis sonrisas cuando entristeces y mis brazos cuando flauqeas en un existencialismo que te agobia...

Eres -quizá- toda posibilidad de respuesta al complemento extraño llamado amor equiparado con los fantasmas porque hablan de él pero nadie lo ha visto.

EL interaccionismo simbólico de Blumer en el 1938, nueve años después de la Gran Depresión...nos lleva a los tres puntos más importantes.

Las personas actúan sobre los objetos de su mundo e interactúan con otras personas a partir de los significados que los objetos y las personas tienen para ellas, es decir, a partir de los símbolos. El símbolo permite además trascender el ámbito del estímulo sensorial y de lo inmediato, ampliar la percepción del entorno, incrementar la capacidad de resolución de problemas y facilitar la imaginación y la fantasía.


Los significados son producto de la interacción social, principalmente la comunicación, que se convierte en esencial tanto en la constitución del individuo como en (y debido a) la producción social de sentido. El signo es el objeto material que desencadena el significado, y el significado el indicador social que interviene en la construcción de la conducta.

Las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y propósitos.
 
¿Qué es el amor para el obstinado, para el oprtunista, para el existencialista, el nihilista, para el ser?
 
¿Qué es el poder para el pobre, para el político, para el soñador, para el apático, para el joven aprendiz?
 
Conclusión:
 
Que eres para mí, y que es ese poder que tiene tu sonrisa y tu voz apiñonada mientras mi estómago hace gargaras de emociones encontradas y pérdidas en algún siglo como lo es el veintiuno...
 
Prometo averiguarlo.
 

lunes, 30 de agosto de 2010

hace cuanto tiempo

Desde hace tiempo monotonía adueña los alrededores. hacía tiempo que el sonido del teclado no me reconfortaba tanto. Havelock influenció a McLuhan. Ambos estudiaron la relación de los medios de comunicación con el episteme, el saber, lo cognoscitivo...el conocimiento. Saber no es el cúmulo de información, porqué podría haber una desinformación dentro de la información y entonces creamos lo que Sartori definió como la cultura de la incultura. ¿cómo relacionarse con Homo videns? Homo videns son aquellos seres humanos que tuvieron como primera escuela una televisión. La televisión inhibe el hacer abstracciones, incluso reduce la oportunidad de razonar...la imagen es y es. Irrefutabilidad pues la imagen no miente...según Edmund Burke pero está equivocado. A veces no me hallo entre personas que dejaron de ser humanos. Según la mayoría humanística de televidentes, soy el rey del aburrimiento pues la tele enajena sentimientos y desplaza la palabra escrita...me pregunto si la palabra tiene algún valor...pues la ortografía es una mujer que ha perdido su capacidad de seducción...

Pobre de ella, los tiempos posmodernos acabaron con su belleza...están acabando con todo...hasta con mi paciencia...

viernes, 6 de agosto de 2010

En el precipicio

Los minutos que transcurren sin piedad a la espera del humano que busca respuestas son inexorables. Como inexorable es la distancia que me separa de tí, una distancia de esas que dice García Márquez...que la peor forma de esperar a alguien, es estar sentado a su lado sabiendo que nunca lo podrás tener. Por razones obvias no fue extrañar la distancia, si no distanciar el extrañamiento cotidiano de los suburbios en explosión efímera. El viento me cuchicheó mientras esperaba sentado a que el futuro llegara, cuando el suprafuturo anticipó dos lunas a mi cabeza, a mi lucidez.

Allá en mis nueve años circulaban dos tipos de tranvías...

La noche ahí fuera es mágica y silente, un noventa y cinco por ciento de este lado globular o hemisferial del planeta se encuentra dando paseos con Morfeo. Otros quizá hace cinco minutos que dieron el último suspiro para reunirse con los recuerdos dejados en algún vagón de última tarde, de último sueño

¿Cómo será el mundo cuando no pueda yo mirarlo, ni escucharlo, ni tocarlo, ni olerlo ni gustarlo?

Absurdo es una palabra meramente contestataria y digna de debate existencial. Absurdo es la máxima expresión de fracaso y de opinión contrariada. Absurdos los que se contradicen, porque en el mundo de las verdades superficiales lo que se ve existe, aquello intangible, eso que llaman sentimientos, sólo se siente pero no se toca. Tontos¿?

Los barcos dialogan tras la niebla, mientras ningún rescoldo de lluvia aparece por estos menesteres que han inundado con toda la rabia natural de la reacción. Sólo lo imagino, sería un absurdo imaginarme esas blasfemias a la realidad porque aquí los absurdos no triunfamos. la descalificación es la llave de la aceptación de la camisa de fuerza social...una opinión que disiente a lo estipulado es digno de comunizarlo o llamarlo idealista.


Pobres los idealistas, soñando un mundo mejor cuando el setenta por ciento de la gente le gusta desgastar este pobre mundo que sólo le quedan unos años de consumismo exacerbado y uno que otro minuto de reflexión.

Primer acto: La moral es una prostituta parada en la esquina que dialoga con el prejuicio eclesiástico. La regla número uno es joder al que nace, al niño en formación. La curiosidad de este niño se ver´envuelta por reglas que la moral no entiende ni el prejuicio eclesiástico comprendería.

Segundo acto: El niño entra al burdel del conocimiento prejuiciable. Todo lo que pasa es por obra de Dios. Primera lección. Segunda lección, toma unas revistas de Playboy con el Benedicto XVI fornicando a lado de Marcial Maciel un séquito de monaguillos. Parentésis, Dios se manifiesta. La respuesta: Regreso enseguida mi preciosa nueva creación...necesito practicar la sodomía con la moral, dice el prejuicio eclesiástico con una voz de excitación exorbitante. A la moral le gusta que le rompas el clítoris de la ética y recto de los valores. Tardamos dos mil años en regresar, o antes, quizá después de los 1500 años tomemos un receso.

Tercer acto. El niño, entre tanto compañerito como el morbo, la duda, la curiosidad, la superstición y la dependencia de un sistema líneal consumista que te obliga a pensar que las cosas son necesarias para la supervivencia. Si no tienes un Ipod con GPS, no eres un humano cuerdo y confiable. Es la era de los tecnocrátas, dominan el mundo con sus Blackberry y menoscaban a quienes no compartan su ideal consumista de la creación. Porque Dios es consumista de humanos, les renueva la moral y la existencia, el apellido y el abolengo. Aquí nadie es hermano de nadie...mientras más blanquito más se tiene el derecho de acceso al cielo.

¿cómo se llamó la obra? EL prejuicio en el nombre de Dios Padre Todo pecador. Por que si Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza...entonces, el es el Gran Pecador, el Gran Patriarca de las mentiras.
Título que Fidel Herrera Beltrán enaltece con la angina de pecho que tiene en la garganta de aguardientoso. Pero el chayote elimina esos postjuicios. Viva el clientelismo.

EL consumismo es consumirnos. Que importa el mundo, total. EL último vagón parte sin retorno.

Unas vías férreas largas, anchudas y pálidas. Por si fuera poco también es monótona mientras el viento del exilio golpee los caireles del tiempo y de la soledad.

De vez en cuando es bueno ser consciente de que hoy, de que ahora...estamos fabricando las nostalgias que descongelarán algún futuro...



martes, 3 de agosto de 2010

Como fantasma

A veces uno se siente fantasma, como ignorado hasta por la mosca que a diario ronda los lugares húmedos como el lugar donde vivo. Pero no hay nada mejor que pasar desapercibido. Odio la farándula. Odio el glamour. Tengo una alergia existencial hacia la moda y esos seres inanimados que los manipula la televisión y la opinión masificada. Cultura de Masas, me compré un repelente desde hace varios meses para no pertenecer a su desprestigiada opinión y seudo sociedad.

Alienado, a mucha honra. Mexicano, prefiero que me apoden ciudadano del mundo.

A veces me pregunto que sería de nuestra vida moderna sin televisión. Hoy observé en Televisa Veracruz, como una señora de complexión regordete....de una redondez extrema, le aplicaba un golpazo a un acarreado priísta. En mi derredor, la gente se reía, otros se mofaban, otros se tomaban en serio su papel de espectador...me dio tristeza.

Dice Umberto Eco que hoy no salir en televisión es un signo de elegancia. Soy muy elegante...no entiendo porque la gente quiere hacerle honor al axioma de Andy Warhol. Quince minutos de fama, el precio...de lo sublime a lo ridículo.

De la memoria sólo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?



Poesía es ritmo que acierta. Palabra precisa. Mirada perfecta. Voz inigualable.
Ni siquiera recuerdo la primera rima asonante que hice...sólo se que nada se. Aunque la humildad socratiana me abandone de vez en cuando. Suelo ser un fantasma.
Quien me interpreta se vuelve existencial, porque según el mundo nace dentro de nosotros, se forma, como Descártes hizo reconocer.


Y sigo siendo un fantasma...

Debo matar lo que miré,
el mito que minuciosa
pliego y despliego,
grava para mi paso solo?
¿ Ciega borrar lugares,
playas, vientos, el tiempo?



Un fantasma preso de ti, tu recuerdo, tu voz...mi nariz respira tu olor. Tiempo intempestivo y cruel.
La distancia une dejando impune el vacío.
Oh querido tiempo, primo de la distancia sobrino del pretérito.


Tu hijo caprichoso, Futuro, maneja tu cartera de minutos y tu monedero de segundos a su antojo.


Hace y deshace, como tu mirada me deshizo en aquella mesa donde una planta de ornato se asomaba perpendicularmente sobre nuestras cabezas, sobre nuestros labios que no tardan en eclipsar.

lunes, 2 de agosto de 2010

Nuestro poema.




Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana ...Pablo Neruda.













El silencio nos devoraba bajo luz tenue del mirarnos.




Preguntabas, respondía...a veces cambiaronse los papeles.




Increíble. Otra vez esa mirada, tu mirada, respingada y sutil...




Otra vez esa lenta compañía y a la misma hora donde intercambiamos palabras alguna vez.




La única diferencia...diez centímetros entre mesa y mesa.




Me tocas el hombro deslizando tus dedos y queriendo recargar tu cabeza. Flaqueo.




Intempestivamente bajo tu sombra, los sueños hacen ángeles febriles que imploran un beso tuyo.




Respiro, imagino tu boca sobre la mía. Dámela ahora, quiero devorarme tu sonrisa.




Mientras te siento fría, rodearte con mis brazos, fuerte, fuerte hasta embriagarte de caricias.




Trataba de ignorarte mientras mis sueños actuaban entre realidad y deseo. Fue en vano.




¿conoces el deseo de abrazar a alguien y nunca querer soltarlo? Tuve miedo.




Te acercabas, te alejabas mientras la eternidad se nos acababa. Mi corazón se hundía en el peor de las tormentas.




Te hallo en el silencio, en el ruido bajo aguas turbulentas...mientras disfruto.




EL portazo de pronto desmorono el sueño, tanto tiempo de espera...




te paraste, por dentro temblabas mientras de soslayo te observaba.




Subían tus hombros temblorosos como dos colinas, explorarlos, pensaba, suculento enigma.




Siento que eres lo único que tengo desde que perdí mi nostalgia, la tristeza.




Ajena, prohibida...sentía tu ternura llegar a mi tierra.




Yo, tierra virgen. Con tus dulces palabras conquistaste mi tierra.




Con tu voz, dulce y polvorosa colonializaste mi tierra.




Tus pestañas contorneadas, tu mirada cándida y cálida...domino mi tierra.




Y con el mi ser.




Soledad fue despedida, soledad fue impotencia, soledad fue rabia y auto-opresión.




Soledad que eres ajena, distante y casi imposible.




Soledad es beso no dado, abrazo no dado...hago como que ignoro.




Que silencio, que compañía, que voz y que mirada...




Te quiero de compañera, amiga y madre de mis hijos.




Lástima, que te llamas ajena y te apellidas distante.







Por: Niño íngrimo

domingo, 1 de agosto de 2010

Vocablos comenzantes.

Dicen que el comienzo de toda preferencia y de todo pecado es el placer. Diría Platón que el hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio. 
Frase que nos queda como anillo al dedo. Nosotros los humanos, debemos buscar el equilibrio para que nuestra humanidad no se erradique ni se extinga. Es quizá por lo que se nos castigo al tener dos formas de tomar decisiones. Con la seudo razón y con el lado cursi del sentimiento, y aquel que nos salvará algún día, el amor.. Y digo seudo, por que parece que la razón del todo y perfecta no existe. Dice un amigo que si fuéramos cien por cientos razonables, nadie amaría. A veces me pregunto como sería el mundo sin amor...sin amor no existiría el odio...pero probablemente sería como rutinario. Serían roles perfectos y sin sentido. Un mundo sin Dios, si fuesemos inmortales, con nuestro orgullo y nuestro antrocentrismo quien lo necesitaría. El consuelo del mundo, el opio de los pueblos que llamó Marx...no existiría. Nada existiría.