sábado, 24 de septiembre de 2011

"Tenemos que aprender, a costa de madrazos en Juárez aprendimos"

Juan E. Flores Mateos


En entrevista vía telefónica, la reportera con más de 22 años de experiencia en la sección policiaca del Diario de Juárez, Lucy Sosa, explica cómo es que en estos tiempos violentos han tenido que modificar aspectos de cobertura, además, nos relata malas experiencias al ejercer su libertad de expresión y el cómo  en la actualidad no cuentan con un protocolo de seguridad, pero sí con mucho compañerismo para haber afrontado en estos últimos años la violencia en Ciudad Juárez, ciudad que albergó hasta el 33 por ciento de los asesinatos del país en el 2010.
El Diario de Juárez, fue premiado el 14 de Septiembre con el Maria Moors Caboot de Periodismo otorgado por la Universidad de Columbia desde 1937 por el “desarrollo de un periodismo excepcional” de sus reporteros que a pesar de amenazas y atentados, siguen informando.
Reportear en Juárez no ha sido fácil, pero la reportera suspira plenamente convencida: Nos ha costado varias muertes, pero somos periodistas, si tomaste la decisión de serlo, ahora te aguantas.
La vida de El Diario, ¿antes y después de los asesinatos de sus reporteros?
En lo personal no estábamos preparados para la situación que se dio de manera imprevista. El asesinato de un compañero nunca lo imaginamos.
¿Hubo amenazas?
Si recibimos amenazas, a las cuales no se les dio la importancia que merecían. No estábamos preparados para esto, ni como para muchas cosas.
¿Cuáles son las medidas que toma El Diario para la cobertura, después de los atentados?
Hemos tenido que estar actuando sobre la marcha. Hemos modificado nuestro sistema de cobertura en cuanto al hecho violento.
Antes, podíamos darle seguimiento a un hecho policiaco hasta un mes, o más, hoy en día, una nota de un homicidio  a lo mucho dos días, si es muy relevante hasta una semana. Pero no más. La cantidad de hechos violentos, nos rebasan. Creo que hasta hoy, no tenemos un protocolo que nos sirva. Hemos actuado por instinto para protegernos de varias situaciones.
¿Por ejemplo?
Antes había mucha exclusividad de los hechos, todos buscábamos la exclusividad ahora, nuestra propia seguridad, nos comunicamos todos por radio. En todo hecho, hay que confirmar la información. Por ejemplo, al ir para el Valle de Juárez, al ejido más lejano llamado El Porvenir, no vamos solos, vamos acompañados varios medios. Se han establecido nexos, los reporteros policiacos andamos todos juntos.
Se han dado ocasiones en que primero llega el reportero que la patrulla o que los cuerpos de rescate, aquí la ciudadanía habla a los periódicos para denunciar los hechos por desconfianza a los medios policiacos.
¿Cómo manejan la información para no comprometerse y evitar problemas?
Dependiendo. En un hecho violento, no sabes por la inmediatez si es entre cárteles, puedes atribuirlo, pero no hay certeza. Se informa el hecho violento, no se atribuye.  A menos que un testigo te lo diga.
Nosotros en lo personal no escribimos palabras como: narcotraficante si no hay una resolución del juez, fulano de tal fue detenido por delitos contra la salud en la averiguación previa tal y tal.
Lo único que si queda fuera de la decisión del reportero y se debe tomar una decisión editorial es en caso de narcomantas. Es ahí donde se decide si se publica o no su contenido textual. Hay pintas donde hay pugnas entre ellos. El medio decidió que no sería un vocero.
¿Casos de amordazamiento a medios que recuerde?
El año antepasado, en 2009 hablaron a Canal 44 para exigir que se transmitiera el contenido de una manta, amenazaron con que se rafaguearía el edificio si no lo hacían.
¿Casos donde hayan tenido que darle voz a pugnas entre cárteles?
Hubo un caso, por ejemplo en que La Familia se solidarizaba con Marisela Escobedo. Pedían que la ciudadanía pusiera los datos de los asesinos en Quita puercos, una página manejada en Youtube, que ellos se harían cargo. Para el medio tuvo valor periodístico, y entonces se manejó.
¿Cómo se abordan los hechos violentos para evitar ser copartícipe del horror?
Depende como lo aborde cada medio de comunicación. Existen incidentes en escuelas, centros comerciales, plazas públicas, el cómo la violencia esta trastocando nuestro día a día. Hay maestros que han decidido dejar de dar clases. La información se analiza más allá que ir a ver que cómo quedó la víctima y esas cosas. Otro panorama al hecho. Los vecinos se quejan que no hay seguridad, que escribas sobre problemas de pandillas, que no van patrullas en meses, esa es información que se levanta y se publica.
Hay casos donde te sientes impotente porque no puedes hacer más. La gente no sabe qué hacer después de un homicidio, no sabe qué papelerío llevar, no sabe que tiene derecho a una oficina de Atención a Víctimas, a apoyo psicológico.
¿Cómo medios qué cree que nos hace falta?
Falta capacitación a reporteros. Yo llevo como tres o cuartos cursos, nacionales pero yo los tomé cuando ya me había pasado de todo. Ya había cometido imprudencias.
¿Por ejemplo?
Llegar primero y tratar de ganar una historia. A costa de no saber a lo que me exponía.
¿Una de las peores experiencias que recuerde en la cobertura?
El año pasado iba al Valle a cubrir un evento, nos agredieron unos militares a mí y al fotógrafo.  Fueron golpes y amenazas. Nos amenazaron con levantarnos. Puse una queja. A veces una Comisión de Derechos Humanos no sirve para gran cosa. Todo quedó como un acuerdo de Conciliación entre ellos y yo. Y quedó sólo para que en un futuro, capacitarlos a ellos en estos temas de Derechos humanos. No sirvió de nada.
¿Y en el caso de amenazas anónimas a reporteros por parte de los malosos?
Yo creo que si hay una amenaza, no te van amenazar, si hay un interés de determinado grupo en silenciarte, lo van hacer. No creo que ellos estén advirtiendo, ellos actúan. Yo tengo mucha desconfianza de la autoridad. Creo que las agresiones que más hemos sufrido han venido por parte de los cuerpos policiacos y no del crimen organizado.
¿A través de su experiencia, qué recomendaciones le daría a reporteros de Veracruz?
Recomendaría que en Veracruz, que se están viendo cosas nuevas, sean solidarios consigo mismos como gremio. Enfrentan desinformación. Nunca entendí cuándo por ejemplo, nunca tuvieron los nombres de los reos fugados. Me trajeron de un teléfono a otro. Me dijeron incluso, hay instrucciones. Entonces yo dije: dime el nombre de quién para manejarlo. Yo quería saber, si había gente de Juárez entre los evadidos, porque yo tenía el dato de que había gente que estuvo presa acá, pero jamás se pudo ventilar.
¿Cómo enfrentar el miedo?
No podemos trabajar con miedo. Yo tuve que salir fuera del Estado para capacitarme. Afortunadamente se me ha dado la oportunidad, cursos a Guadalajara a Chihuahua, para tener más precaución y protección.
Por ejemplo, escribes mal el nombre de alguno de un cártel y te tiran. Yo no comulgo con muchos compañeros que se han ido al exilio. Hacen periodismo en el cual no se puede llamar “hacer periodismo”. Para ello, hay que haber mucha autocrítica y no autocensura. Una autocrítica real y sana de lo que escribes. Debes documentarte mucho.
Hay que saber para qué sirven las leyes. Aquí en Juárez, tenemos un nuevo sistema penal. Lo estamos conociendo desde 2008, incluso hay cosas donde dices: no es posible, pero hay mucho más campo de acción. No es sólo reportear la balacera, sino como trastoca a la sociedad. Ha venido mucha gente de todo el mundo para ver cómo hago cobertura.
Una escena del crimen nunca será la misma, cada una es distinta por todo lo que ves. Y es difícil, los niños están pendientes, quieren ver a los muertos, llegan de la mano de sus papás. Yo como madre no lo permitiría. También debes cuestionar a la propia sociedad porque hay gente que se ríe, es la muerte, cómo podemos ser tan inmunes al dolor de las familias.
Son muchas cosas que hay que observar, plasmar, analizar.
¿Cómo van los enfrentamientos en Juárez?
Están reduciéndose, pero también crecen la violencia familiar, secuestros extorsiones, robo de vehículos, robo de vivienda. Creo que el problema es que nos acostumbramos a tener 20 muertos, y ahora con nueve nos damos por bien servidos.
Y la sociedad en Juárez, ¿algún cambio?

Entre 2008 y 2011. Estoy viendo una participación ciudadana. El papel que está jugando la sociedad en estos momentos de violencia, cómo realmente se está luchando por rescatar a la sociedad misma. La sociedad quiere rescatarse a sí misma. Es un trabajo digno, a la altura de una ciudad como Juárez. Hay un montón de grupos trabajando por su lado, por su colonia, por su cuadra, por su zona donde vive, iglesias, maestros, sectores. Los reporteros, a veces, somos ciegos a eso.

Uno como reportero al decir, que la gente sólo quiere en los periódicos morbo y sangre, ¿de qué hablamos?
Eso se dice cuando uno no es profesional. Hay que prepararse todos los días. Yo soy de las reporteras más viejas. Llevo más de 22 años en el ejercicio periodístico.
Cuando estoy con los jóvenes, trato de decirles el respeto a la víctima. Una vez recuerdo que fuimos a entrevistar a una familia. Cuando nos reímos por otra cosa, la familia nos reclamó que eramos unos irrespetuosos. Como reportero me impactó mucho, hay que cuidar la conducta, eso te puede poner en riesgo. No sabes quién es la víctima. No sabes si son sicarios, hay que cuidar mucho la actitud y la conducta.
¿Qué otras recomendaciones debemos aprender como reporteros?
Que nos preparemos, mientras más profesionales seamos, más protegidos estaremos. Respetemos la dignidad de la víctima, incluso esto va para el camarógrafo. No llevar imágenes monstruosas. Ponernos en el papel de la víctima. Preguntarse que si fuera de tu familia, ¿te gustaría qué escribieran eso o le tomaran una foto así?
Hay que ser profesionales con lo que escribimos y como nos manifestamos. Y no ser ciegos a lo que la gente te pide, aprender a escuchar al ciudadano, nunca juzgar. Es un error juzgar. Si la viejita de la esquina te habla para pedirte que escribas que hace falta una luminaria, hay que darle la importancia. Tu no sabes si eso puede evitar una homicidio, porque ha pasado. No está en tus manos ponerla, pero ayudas a saberlo.
¿Cuáles son los errores que la prensa de Juárez ha resarcido?
Cuando dejamos de escuchar al ciudadano, olvidar información que construya. Tenemos herramientas que luego por flojera, no utilizamos. La ley de Transparencia. Aunque digas que es tonta, te salen buenas notas. Hay que usarla.
Me hablabas que las amenazas nunca se tomaron en serio, hasta el 2008, cuando el asesinato de uno de sus reporteros
De Armando Rodríguez, reportero de la fuente policiaca. Armando había recibido amenazas. Cuando lo asesinan ya había empezado la situación de violencia. Empezó en enero a él lo mataron en Noviembre, empezamos a ver cosas que no habíamos visto. Fue muy impactante. Vimos señales que no vimos. Es decir, no prestamos la atención debida. Días antes, apareció un ejecutado el Monumento al Papelerito, que está en el Monumento del periodista. Esa señal se nos pasó de noche.
Pensamos que fue un caso que se iba a esclarecer por ser periodista. Cuando pasó lo de Armando, yo fui la que me quedé con su fuente.
Cuando pasa lo de Luis Carlos, fue un impacto muy fuerte. No había cama en el hospital para el herido –Carlos Sánchez Colunga-. La policía quería quitarme su cámara. Estábamos buscando cama, y me decía que no lo dejara solo. Son cosas que tienes que pensar, actuar y aparte reportear.
Situaciones muy duras en las que tienes que tener la cabeza fría y el estómago vacío y el corazón totalmente paralizado. Los militares me estuvieron persiguiendo para quitarme la cámara. Se tomó la decisión de no firmarse la nota con mi nombre. Se puso Staff.
¿Recuerda algún altercado con gente de los cárteles?
Al día siguiente, me tocó una ejecución. En esta había un periódico en el capacete del carro. Con vista hacia el exterior. Era de El diario de Chihuahua con la foto de Luis Carlos y firmada por mí. No supe qué hacer ¿cómo lo tomo? ¿Cómo amenaza?
Son momentos muy difíciles, hay que tomar decisiones. Tu como periodista y reportero debes trabajar con mucha calma, analizar ver las señales de alerta, pero no dejarse amedrentar.
¿Qué piensa Lucy Sosa al salir de casa?
Cada vez que salgo a trabajar pienso en mi trabajo. El miedo se queda en alguna parte, perdida. Tienes que salir alerta, previendo lo que tienes qué hacer en un hecho violento, o dónde estés.
Salir a reportear sin miedo, pero no ser imprudente. Muy profesional, muy frío y saber que tienes que ser muy sensible. Se puede combinar, tener buena memoria y tener registros.
El proceso que tienen ya lo tuvimos nosotros, no se sientan solos, hay un grupo de reporteros que ayudamos desde acá, lo que necesiten. A nosotros nos han dolido mucho los asesinatos.
Nos duelen mucho y somos solidarios con ustedes, la experiencia que hemos tenido en esta guerra que nadie quiso. Hemos tenido experiencias muy duras como el bombazo. Lo que ustedes necesiten, aquí estamos para ayudarles.
¿Cuál cree que es el peor error de un reportero en tiempos de violencia?
No comunicarnos, no hablarnos, no conocernos entre nosotros. Tenemos que aprender, a costa de madrazos nosotros en Juárez aprendimos.
Pero eso sí, no dimos un paso atrás, nos han costado vidas, pero somos periodistas, si tomaste la decisión de serlo, ahora te aguantas. Hay que aprender de lo que pasa, hay que echarle todas las ganas del mundo.
¿Qué pasaría si dejan de existir periodistas?
Si no hay periodistas, dejamos indefensa a la población, tiene que seguir habiéndolos, como sea.

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